Editorial
¿La oportunidad perdida?
La miopía del corto plazo y las mezquindades políticas y menos una resolución ambigua de un juez no pueden impedir que Huaraz se prive de tener un centro recreacional y comercial. La conciliación no debe desestimarse.
Si no se toman las cosas con prudencia y pragmatismo la oportunidad de construir al mismo tiempo: un centro comercial, un centro recreacional y ambientes para el Ejército puede definitivamente desvanecerse, como ya ocurrió tristemente con la pretendida construcción del nuevo hospital de Huaraz.
En estos días hemos sido testigos presenciales del “no me culpes, que te culparé” entre los miembros del concejo en lugar de ver las cosas con serenidad y menos cálculos políticos y el juez Benjamín Coloma dando una resolución ambigua –que puede ser revertida en segunda instancia- generando un panorama desolador. Y entonces los terrenos de Quinuacocha siguen tan o igual como hace 40 años: un pedazo usándose para el Ejército y gran extensión abandonada y como depósitos de chatarras.
Es necesario rememorar el uso y los proyectos que se quisieron hacer en estos terrenos de Quinuacocha:
- Después del sismo del 70 CRYRZA y ORDEZA acondicionaron el lugar como centro de esparcimiento, construyendo un anfiteatro y una laguna artificial, para realizar las grandes ferias regionales que solían efectuarse, a costo del ente descentralizado- durante el mes de julio de cada año.
- Durante al finalizar la década de los 80, vigente la nueva Ley de Municipalidades, este predio fue transferido a la Municipalidad Provincial de Huaraz y al iniciar los 90 la organización de la feria regional devino a mediocre por falta de presupuesto.En 1993 a raíz del fuerte azote del terrorismo a la región el gobierno central decidió implementar el destacamento BIM Juan Hoyle Palacios comprometiéndose la Municipalidad Provincial a otorgarle en Cesión de Uso el dominio de los terrenos de Quinuacocha. Y el Ejército procedió a construir sus ambientes administrativos como operativos.
- Pasado los efectos del terrorismo, en 1999 durante la gestión del suscrito la comuna distrital de Independencia –en sesión de concejo- acordó solicitar al gobierno provincial de Huaraz la transferencia de los terrenos de Quinuacocha a la Municipalidad Distrital de Independencia para implementar proyectos de esparcimiento; sin embargo la petición fue denegada por la administración del alcalde Waldo Ríos.
- En el año 2002 el candidato Alfredo Vera Arana, ganó las elecciones con la promesa bandera de convertir Quinuacocha en un parque recreacional de características similares a los que tienen los grandes parques zonales de Lima. El proyecto abortó porque Independencia no era propietaria del terreno sino la Municipalidad Provincial, y ésta siendo propietaria tampoco estaba en dominio por la cesión de uso que gozaba y goza aún el Ejército Peruano.
- En el año 2004, durante la gestión de Lombardo Mautino, la comuna provincial de Huaraz declaró el predio como zona de uso recreacional y para la construcción de un parque zoológico; años después y luego de que el Tribunal Constitucional ordenara le ordenara que el comercio ambulatorio desocupe las vías de la zona cuadrante de la parada Quillcay pretendió trasladar allí a los comerciantes informales, hecho que no fue posible primero porque la ordenanza municipal de zona de uso recreacional estaba vigente y además porque el Ministerio de Defensa exigía una reubicación del Ejército financiado con recursos municipales.
- En el año 2005 el gobierno regional –durante la administración del Ing. Narváez Soto- se comprometió a habilitar los terrenos del fundo San Rafael para trasladar allí al Ejército mediante convenio con la Municipalidad Provincial de Huaraz. El ofrecimiento se perdió en el viento como todas las promesas coyunturales.
- Durante la gestión del alcalde Vladimir Meza, a tono con las normas nacionales que comenzaron a otorgar participación privada a las gestiones públicas tocó las puertas a PROINVERSION constituyéndose entonces el CEPRI que tomó las correspondientes decisiones de acuerdo a los procedimientos establecidos por Ley.
- La implementación del contrato estaba por consumarse pero todavía seguía pendiente el tema de la reubicación del Ejército, pese a que la empresa compró los terrenos en Cáururo pudo consumarse y a las que se sumaron los escándalos mediáticos y domésticos que se suscitaron al interior del gobierno de Meza.
- En ese panorama llegó la nueva administración del alcalde Espinoza Cerrón, quien probablemente ganado por la euforia que da un triunfo electoral observó lo avanzado y dijo no al proyecto e implementando la denuncia por presunta lesividad. Al paso de los años y dándose cuenta de que las normas de inversión como el escaso presupuesto que tiene la comuna reparó que se estaba perdiendo la gran oportunidad de generar empleos, impuestos, dinamizar la economía de Huaraz y el Callejón de Huaylas, entre otros beneficios que traen los retails logró que la empresa interesada flexibilizara el proyecto de contrato inicial para comprometerlo a que también financie la construcción de ambientes del Ejército en el mismo lugar, de manera que Ejército, centro comercial y centro recreacional se hagan en un mismo momento.
- Para implementar esta última y definitiva propuesta debía pasarse por el desestimiento de la demanda de lesividad, comisionándose a una comisión de regidores para emitir su informe. Pero la comisión se demoró más de dos meses para emitirla sin plantear nada concreto y perdiéndose en las generalidades que se ha expuesto.
- El juez del juzgado Civil Benjamín Coloma el 10 de agosto emitió su sentencia luego de dos años y notificó recién después de que la comisión de regidores emitiera su informe, ignorando los procedimientos establecidos en las alianzas público privados, como se aprecia en su ambigua resolución. El proceder de Coloma parece estar más bien guiado viendo el tinglado mediático antes que la Ley como ya anteriormente ocurrió en su dilatada sentencia que se le precisó durante la duplicidad de autoridades universitarias en los agitados tiempos de Dante Sánchez.
Esta larga cronología ilustra palmariamente cómo por falta de concertación y de tomar al toro por las astas los terrenos de Quinuacocha están como están y cuando hay un proyecto tan importante de solucionar tres cosas a la vez: a) construcción del centro recreacional b) construcción del centro comercial y 3. Construir los ambientes para el Ejército y revertir así la cesión de uso se pretenda patear el tablero perdiendo una preciosa oportunidad de que Huaraz –la capital regional- esté a la altura de sus similares y dinamice su economía, las actividades de esparcimiento y su competitividad. Una mala reedición como la del Hospital de Huaraz, donde aquellos que dijeron “sí…pero en otro lugar” ahora se hayan desatendido de sus gestiones y ahora se dan cuenta que el viejo hospital -que no querían que se demuela- ha cumplido su ciclo.
Ante esta suerte de presunto callejón sin salida el presidente de la Cámara de Comercio como el ex gerente municipal Carlos Tarazona, sensatamente, están planteando una conciliación. ¿Prosperará? Podría ser si los hígados inflamados se desinflamen y los cálculos políticos se echen al canasto. Están a tiempo de pasar a la historia, como villanos o como héroes.