Guerra contra la informalidad

Sin duda la afluencia turística de la última Semana Santa ha sido con creces muy superior al que se registraron durante los dos últimos años.  Esto debe alegrarnos a todos, porque el Turismo es una de las actividades que mejor promueve la economía en todos los sectores, pero hay todavía aspectos preocupantes como es esencialmente en la prestación de los servicios turísticos.

Saludamos que previo al feriado largo las autoridades de diversos sectores hayan trazado estrategias para luchar contra la informalidad que se aprecia en la mayoría de los establecimientos turísticos.  Muchos de sus conductores se han esmerado en cumplir las recomendaciones, pero otros han porfiado en la irregularidad confiando en que a través de «padrinos» y leguleyadas puedan levantárseles las sanciones.

Aquí precisamente está el nudo gordeano.  Que ahora las autoridades regionales y locales no cedan a las presiones o a los amiguismos y se sancionen efectivamente a quienes están en falta, y así sentar precedentes y continuar en esta gran cruzada que es formalizar totalmente a este sector.

Por de pronto Indecopi ya puso el dedo sobre la llaga, y en acto meritorio ha estado presente durante toda la Semana Santa inspeccionando los diferentes establecimientos y ya comenzaron con 13 procesos sancionadores cuyos preliminares resultados los conoceremos esta semana.

En el lado municipal, la subgerente de Turismo, Dora Camino, informó que pese a los exhortos todavía hay varios hoteles y restaurantes que siguen en lo mismo, pero especialmente los conductores de agencias de viajes.  Estos últimos, incluso, pretendieron presionar a las autoridades para que siga extendiéndose los permisos irregulares para la circulación de  unidades de transportes.  Se ha evidenciado, que muchas de estas agencias han cogido unidades de otras empresas procedentes de Conchucos para atender sus demandas, lo cual revela que siguen operando en medio de la informalidad y la falta de planificación en su crecimiento y atender contingencias, haciendo las cosas a última hora.

Es probable que ahora los sancionados recurran a buscar padrinos en los alcaldes, regidores, consejeros o al propio gobernador regional.  Pero éstos tienen que estar ya premunidos con el brazo de la Ley, porque si se levantan sanciones o se frenan los procesos sancionatorios estaremos como el burro de la noria: en lo mismo.

Es hora de verdaderamente declararle la guerra a la informalidad, si queremos que Huaraz y el Callejón de Huaylas recobre la prestancia que tuvo en los años ochenta.