En esa reconstrucción en la que el fútbol peruano dio un gran paso adelante al volver a clasificarse a una Copa del Mundo, como la del 2018 de Rusia, y regresar a una final de Copa América, como en la edición del 2019, tiene mucho que ver la nueva remesa de jugadores que han llegado al seleccionado bicolor.
Ricardo Gareca mira con detenimiento los jugadores que más pueden ayudarle en ese proceso y observa con muy buenos ojos a los incas que están presentes en la liga norteamericana Major League Soccer (MLS).
En la última convocatoria para los encuentros ante Chile y Argentina de las clasificatorias a la Copa del Mundo Qatar 2022 entraron hasta seis futbolistas que están jugando en Estados Unidos.
Pedro Gallese, Alexander Callens, Marcos López, Edison Flores, Andy Polo y Raúl Ruidíaz. Todos ellos formaron parte de la expedición que acabó derrotado en ambos encuentros por 2-0 y que dejan a la selección peruana con un solo punto en penúltima posición en la tabla de clasificaciones. Pero independientemente de los resultados, la realidad es que Gareca se fija en una de las competiciones con mayor potencial del mundo en estos momentos y que poco a poco atrae talento, dinero y se vuelve más competitiva.
Algunos como Gallese son ya viejos rockeros, pero otros como Ruidíaz están siendo ayudados por la liga para ganarse el pan en la selección.
El de Villa María del Triunfo se ha ganado su lugar a base de goles. La calidad que el ariete demostró en México con el extinto Monarcas Morelia lo llevó a convertirse en jugador franquicia del Seattle Sounders, uno de los equipos más populares y exitosos de Estados unidos.
De acuerdo con la información recopilada por el portal casasdeapuestas.bet, el ariete participó en 73 partidos con la escuadra mexicana y anotó 41 goles, incluido el que salvó a los Purépechas de descender al Ascenso MX; por otra parte, en la MLS lleva 40 goles en 62 partidos y ha colaborado con 9 asistencias. De estos datos 14 partidos, 11 goles y 3 asistencias han sido durante la actual temporada del fútbol estadounidense.
Vida paralela la de Ruidíaz a la de Flores, que justo llegó a Morelia cuando su compatriota se marchó rumbo a la MLS. Después de ser elegido mejor jugador del paso a la Liguilla de Apertura del 2019, terminó fichando también como jugador franquicia por otro equipo de la Mejor League Soccer como el DC United. Esa parece ser la dinámica que siguen los clubes norteamericanos y más con jugadores reconocidos y contrastados en otras competencias de Sudamérica.
Eso también ayuda a que el nivel de estos futbolistas sea considerable y que puedan llegar al seleccionado nacional para quedarse.
La MLS ha alcanzado en este año 2020 la cifra de 28 equipos compitiendo y creciendo en valor estando ya muy cerca de los 1.000 millones. Y eso en un país donde otros deportes como baloncesto, hockey, fútbol americano o béisbol se encuentran por delante en cuanto a popularidad. Aun así, el fútbol ya es seguido por un 31% del público estadounidense y en el 2018 fue cuando consiguió batir récords de asistencia en los estadios. Estrellas de otras ligas, y no solo las que buscan un retiro dorado, llegan para seguir compitiendo y también para promover el crecimiento del torneo. No hablamos, por tanto, de una competición menor.
Yordy Reyna es el séptimo peruano que se encuentra compitiendo en la MLS, pero que no ha accedido a la última lista de la selección. Sin embargo, esta remesa no parece que vaya a ser la única en llegar a territorio americano. Renato Tapia o Christian Cueva también han recibido importantes ofertas de varios clubes y no sería de extrañar que en un futuro pudieran acompañar al resto de incas en su aventura.
Los clubes, en desacuerdo
Lo que también parece claro es que este sentimiento de crecimiento y respeto no es recíproco entre torneo y combinado nacional. Ya para esa última convocatoria, Gareca y la Federación peruana tuvieron dificultades para que los jugadores pudieran vestir la camiseta rojiblanca. Debido a que en la temporada de MLS se creó una burbuja en Orlando, similar a la creada en la NBA, para proteger a la competición y a los jugadores de la incidencia del COVID, los equipos no estaban dispuestos a dejar a los peruanos a participar en los choques de las eliminatorias.
Ante la negativa, tanto Conmebol como FIFA tuvieron que intervenir en el conflicto y fue esta última la que en un comunicado notificó a los clubes las sanciones económicas y administrativas que podría tener el no permitir la liberación de sus futbolistas para la disputa de las ventanas internacionales. Perú era uno de los equipos más perjudicados, pero no el único, ya que también Paraguay tenía en su lista a futbolistas de Estados Unidos.
Finalmente, los jugadores pudieron estar y Gareca no tuvo mayores problemas en formar sus alineaciones, pero aun así esta es una disputa que parece que no va a terminar aquí. Una bonita relación entre ambos países a nivel futbolístico truncada por los intereses personales de cada una de las partes. La parte más amarga de un trato cada vez más común.