Convocan a movilización en defensa de refugios andinos que fueron construidos por la operación Matto Grosso
Lena Príncipe, voluntaria de la Operación de Matto Grosso, cuestionó la decisión del Sernamp, de pretender expropiar estos refugios, que son de apoyo para los más necesitados.
Para hoy martes 19 de julio del año en curso, se viene convocando a una movilización en defensa de los refugios andinos que fueron construidos en la Cordillera Blanca por la operación Matto Grosso para generar ingresos económicos; ello a fin de seguir con las obras de caridad en la zona de los Conchucos y Callejón de Huaylas.
Lena Príncipe, voluntaria de la Operación de Matto Grosso, cuestionó la decisión del Sernanp, de iniciar con la expropiación de dichos refugios sin haber gastado ni un sol en su construcción. “La operación Matto Grosso es un símbolo de caridad, no de lucro”, indicó.
Dijo que han sido diversas la acciones que inició el párroco Ugo de Censipara apoyar a las personas que más lo necesitaban, obras que ahora vienen funcionando en diferentes ámbitos de la región. “La ayuda que se les da, con los albergues, o centros de refugios que se han construido, es una ayuda completa. La operación Matto Grosso recibe el apoyo de voluntarios italianos que tienen trabajos adicionales, envían ese dinero que ganan a las misiones; también tenemos voluntarios peruanos, el dinero que va a los Refugio, va el 100% a obras sociales, también aportamos con nuestro trabajo dentro de los Refugios”, comentó.
Príncipe informó que, a partir de las 2 de la tarde se realizará la movilización en nuestra ciudad teniendo como punto de concentración el parque Los Leones; también en la capital de la república se realizará la medida de fuerza, por lo que invocó a toda la población huaracina y de diferentes partes de Ancash a sumarse y apoyar esta causa.
“Invocamos a personas que conocen la labor del párroco Ugo, a que por favor nos puedan apoyar (…) Esto nació de un sueño, y la frase del padre Hugo era: llegar alto, para llegar a los que están abajo. El permiso que dio el padre Hugo era justamente porque los refugios tienen una finalidad social, de apoyar a las personas más necesitadas, no solo a las personas allegadas al Refugio sino también donde estén las misiones”, contó.
Por su parte Julio César Villanueva Ponte, periodista de la zona de los Conchucos, escribió a través de su cuenta de Facebook y de su FanPage Reporte Konchucos, a historia y la finalidad de estos Refugios Andinos, que hoy pretenderían ser expropiados.
Escribió:
Los Refugios Andinos fueron construidos por cientos de jóvenes de todas partes ( muchos de la zona Conchucos) quienes llevaban, cemento, materiales, alimentos, piedras y agua durante muchas horas de caminata en una distancia que sobrepasa los 15 kilómetros, a veces ya sin poder aguantar el cansancio; de manera gratuita, con el único fin de ayudar, campos de trabajo lo llaman ellos.
Hoy pretenden ser expropiados por una institución del Estado, con algunos intereses oscuros de por medio. Conversado con un ex-oratoriana me comenta que llevaban bolsas pequeñas de cemento entre tres chicas, caminando durante varias horas en un clima difícil de respirar y de fácil cansancio por la altura, adolescentes, jóvenes y adultos fueron quienes pusieron el hombro para cristalizar este logro, por el sueño magnífico que tuvo un gran hombre (el Padre Ugo de Censi) él los reunía, los concuentizó sobre el trabajo en conjunto y el servicio hacia los demás. Todo con el sentimiento de cooperar y la alegría de ayudar hicieron los campos de trabajo sobre los 4 350 metros sobre el nivel del mar, en un lugar donde solo había, rocas, hielo y un paisaje sin igual.
Estos refugios han ayudado a dar posada a andinistas, han auxiliado en más de 30 operaciones de rescate de heridos y víctimas de accidentes; con sus ingresos han construido los misioneros de la Operación Mato Grosso más de 1,800 casas para los más pobres en lo más recóndito de Ancash; han sembrado más de 50 mil quenuales, quishuar, molles, etc y los más importante: con esos recursos alimentan diariamente a cientos de personas desvalidas y educan a decenas de niños y jóvenes para darles un futuro sano y humano.
Una obra que sobrepasa la actitud colectiva que fácil podría rememorar la Minka, trabajo comunitario o colectivo voluntario; ello, con fines de utilidad social, o de carácter recíproco que se desarrolló en el Tawantinsuyu. Hoy el sudor, frío, labios resecos y lágrimas ven heridos todos sus recuerdos de esfuerzo al ver que un interés oscuro del estado pretende subastar tanto esfuerzo, porque los refugios no son sólo casas construidas, sino, sueños, luchas, momentos, recuerdos de caridad y sobre todo amor al prójimo y al paisaje.