La falta de un reglamento para implementar la Ley del Guía de Turismo viene generando un vacío legal que permite la contratación de personas no capacitadas para brindar servicios de guiado en Áncash y otras regiones del país. Así lo advirtió Fernando Zeballos, exdirector regional de Comercio Exterior y Turismo (Dircetur), quien señaló que esta omisión del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) limita la posibilidad de fiscalizar y sancionar a quienes ejercen la actividad sin acreditación oficial.
“Muchas empresas están contratando a estudiantes o incluso a choferes como guías, pese a no estar capacitados para asumir esa labor. Esto pone en riesgo a los turistas y daña la imagen del destino”, advirtió Zeballos. Explicó que, si bien la ley que regula el guiado turístico está vigente, su aplicación está paralizada ante la ausencia de un reglamento operativo.
El pasado 17 de junio, durante un operativo en el nevado Mateo, Dircetur detectó a ocho personas ejerciendo como guías sin licencia oficial, lo que evidencia que la informalidad se ha extendido como práctica común en el sector.
Zeballos precisó que la problemática no es exclusiva de Áncash, sino que afecta a varias regiones del país. “Las autoridades regionales y locales están atadas de manos. Sin el reglamento, no se puede supervisar ni sancionar adecuadamente”, señaló.
Durante su gestión, dijo, se intentó hacer frente al problema mediante acciones conjuntas con la Fiscalía de Prevención del Delito, una de las pocas entidades con facultades para intervenir. Sin embargo, lamentó que la mayoría de las intervenciones terminen solo en amonestaciones, sin mayor consecuencia legal.
Zeballos también reconoció que los desacuerdos entre gremios de guías turísticos, en especial entre los especializados en alta montaña y aquellos con formación general, han sido un obstáculo para avanzar en la reglamentación.
“Hay posiciones encontradas, pero es el Mincetur quien debe zanjar esta discusión y establecer reglas claras para todos”, sostuvo.
Finalmente, hizo un llamado al ministerio para que priorice la formalización del sector y garantice la seguridad de los visitantes.
“La labor del guía no es un favor, es una profesión con alta responsabilidad. No podemos seguir permitiendo que cualquiera se ponga un polo y lleve a personas a la montaña”, concluyó.