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Editorial | Carretera Yungay–Llacma: un hito largamente postergado

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Editorial | Carretera Yungay–Llacma: un hito largamente postergado

El asfaltado de la vía Yungay–Llanganuco–Yanama–Llacma marca un antes y un después en la conectividad de Áncash, pero no debe ser el punto final.

Después de una espera que se midió en décadas, la Sierra de Áncash fue testigo este domingo de un acontecimiento que no puede pasar desapercibido: el inicio oficial del asfaltado de la carretera Yungay–Llanganuco–Yanama–Llacma. Con más de 100 kilómetros de extensión y una inversión superior a los 600 millones de soles a cargo de la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN), este proyecto monumental deja de ser una promesa para convertirse en una realidad que beneficiará a miles de familias del Callejón de Huaylas y de los Conchucos.

El hito no es menor. Tras años de trámites entrampados y anuncios incumplidos, la gestión regional logró destrabar el proyecto, superando intentos fallidos de predecesores y alcaldes locales. La nueva vía se suma a la infraestructura fundamental de la región, junto a la ruta Casma–Huaraz y Carhuaz–Chacas, que en su momento generaron polémica, pero hoy son piezas claves de integración y competitividad.

Atrás quedará el triste recuerdo de lo que se llegó a llamar una “carretera de cabras”. Con el asfaltado, los pueblos del norte de los Conchucos podrán movilizarse con mayor rapidez hacia Chimbote —por el Cañón del Pato— o hacia Huaraz, dinamizando el comercio, el transporte y la vida cotidiana. Además, se abrirá un corredor turístico de primer nivel, facilitando el acceso a la laguna de Llanganuco, la más emblemática de la región.

En ese escenario, las comunidades aledañas deberán prepararse para los retos que acompañan el desarrollo: un turismo más intenso, nuevas inversiones y la necesidad de servicios adecuados. La carretera será una oportunidad, pero también un desafío en la forma de gestionar su impacto.

Sin embargo, la buena noticia no puede ser un punto de llegada. Si se quiere hablar de un verdadero salto en la conectividad regional, el siguiente paso debe ser el asfaltado de la vía San Luis–Piscobamba–Pomabamba–Sihuas. Una obra prometida por años —incluso por presidentes de la República como Martín Vizcarra— pero que nunca pasó del discurso. Cumplir con ella sería cerrar un círculo de integración largamente esperado en toda la Sierra de Áncash.

La historia demuestra que las grandes oportunidades no se deben desaprovechar. El asfaltado de Yungay–Yanama es un paso gigante, pero el reto de fondo es seguir avanzando con la misma decisión y visión estratégica. Solo así Áncash podrá aprovechar al máximo su potencial en turismo, agricultura, ganadería y servicios.

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