El periodismo: más que una pasión

En las más de tres décadas que llevo en el ejercicio de esta noble profesión si hay una palabra con el que mejor puedo definir al periodismo es, pasión.

La pasión definida como sentimiento fuerte hacia una persona, tema, idea u objeto, así ésta es una emoción intensa que engloba entusiasmo o deseo por algo y mucho más por las causas nobles. El periodismo es todo eso.

Partamos de la necesidad primaria que tiene una persona: estar informado, como estar alimentado o protegido.  El portador de la información es el periodista y su mayor hazaña es que no quede sólo como esa sino se transforme en comunicación.  Es decir, que haya feed back.

Si no hay pasión difícilmente pueden encararse con aplomo los tres géneros de esta profesión: el informativo, interpretativo y el de opinión.

En el plano informativo, estamos cada día pendientes de los sucesos más trascendentales que ocurren y la necesidad de despojarnos de nuestro subjetivismo para tratar de llegar a la objetividad.  Las fuentes informativas juegan un papel trascendental y para procesar la información que llega se necesitan de técnicas y procedimientos, como el investigar, cruzar la información y el más vital estar, en lo posible, en el mismo lugar de los hechos.  Durante el ejercicio de esta profesión hemos entregado voz, imagen y texto desde el mismo lugar, por ejemplo, de los trágicos accidentes, de los resultados electorales, de las grandes hazañas y hasta de los resultados deportivos más resonantes.  Las noticias no esperan, muchas veces tenemos que privarnos de los sábados, domingos o feriados y de los horarios, ni se diga.  Por supuesto, siempre y cuando le pongamos adrenalina a lo que hacemos, porque si nos remitimos al copia y pega –como lamentablemente ocurre- en la mayoría de los casos, no sólo estamos haciendo piratería barata, sino denigramos el corte profesional.

En el plano interpretativo, la mera información no puede quedar como tal especialmente si los hechos ameritan que una noticia se convierta en noticia de noticias (reportaje) o deliciosas crónicas, le exige al periodista una mayor agudeza mental para analizar los hechos, para hacer realmente periodismo de investigación, con sus variantes de acuerdo al medio en que se encuentre.  La radio es instantaneidad, anuncia con imágenes que crea una agradable voz; la televisión es imágenes y éstas se auxilian de la voz; el medio escrito, explica, detalla…y ahora en la era de la información está el periodismo digital: que integran a las tres, planteando todo un reto e innovación a quienes venimos de la era analógica.

En el plano de la opinión, el periodista no sólo puede quedarse en ser un informador o interpretar los hechos, sino también hacer llegar su propia opinión a través de editoriales, comentarios y columnas, acaso por eso la meta mayor de todo comunicador periodista es finalmente a ser líder de opinión.

Sin, pasión nada de eso puede ser posible. Por todo eso, saludos a todos quienes viven enamorados y apasionados por informar, interpretar y opinar, es decir a los periodistas que llevan la profesión en la sangre.

Feliz día, a todos los colegas.