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Manos a la obra

Editorial

Manos a la obra

Foto: Andina

Manos a la obra

Se ha declarado la emergencia hídrica, sin presupuesto. Ahora autoridades regionales, municipales y los propios hombres del campo tienen que estructurar los requerimientos técnicos y no políticos para mitigar los efectos de la sequía.

La reciente declaratoria de emergencia del agro ancashino, por ahora, solo es nominal -sin presupuesto- lo que indica que contrario a lo que pensaban sus propulsores (alcaldes, FADA y autoridades regionales) la pelota no está en la cancha del Ejecutivo sino en la  de ellos mismos.

Hay que leer bien el espíritu de la norma DS 089-2016-PCM donde la declaratoria de emergencia es por inminente déficit hídrico disponiéndose la ejecución de acciones inmediatas y necesarias durante la vigencia de la emergencia.

Esto significa que –como lo señala la propia norma- “El Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) debe efectuar las acciones de coordinación técnica y seguimiento a las recomendaciones y acciones inmediatas y necesarias que se requieran, o hayan sido adoptadas por el Gobierno Regional y/o los Sectores involucrados; en el marco de la declaratoria del Estado de Emergencia aprobada, dentro del plazo establecido, debiendo remitir a la Presidencia del Consejo de Ministros el Informe de los respectivos resultados, así como de la ejecución de las acciones inmediatas y necesarias durante la vigencia de la misma”.

Esto significa que el gobierno regional y los gobiernos regionales tienen que concertar y articular esfuerzos levantando un diagnostico real de lo que ha sucedido en cada una de la demarcaciones Ancashinas para fijar cómo se mitigarán los efectos del déficit hídrico, desarrollar obras (canales de riego, reservorios, siembra y cosecha del agua)  y planificar la recuperación de esas zonas, es decir estructurar documentos técnicos y no políticos y menos gasto de saliva.

Con el levantamiento de una información pormenorizada y estructuración de expedientes o perfiles sí se pueden acceder a los financiamientos que prevén toda emergencia y no es lo que muchos alcaldes y gobernantes regionales creen que los dineros les entregarán a raudales para hacer cualquier cosa.

Una experiencia cercana a lo que estamos diciendo puede verse cuando ocurrieron los problemas geológicos en Socosbamba, donde por falta de elevación oportuna de la documentación técnica requerida al gobierno regional y a los gobiernos locales comprendidos la declaratoria de emergencia solo quedó allí en palabras, ni siquiera con la ampliación del período pudo realizarse obra de envergadura alguna para atenuar la emergencia.

Entonces manos a la obra.  Gobernador conforme una comisión técnica para estructurar estas acciones imperativas y alcaldes póngase a trabajar y hablar menos y FADA señalen y ayuden a identificar los problemas y plantear soluciones.  Congresistas y prefecto regional apoyar también a estos esfuerzos, lo demás será sólo chamullo. Manos a la obra.

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