Mejor oportunidad no tienen los alcaldes electos y los dos candidatos regionales que aspiran ser elegidos en ponerse a trabajar –desde ahora- para cazar las inversiones que propicia el gobierno central, que anda preocupado por la virtual caída de la inversión pública, por lo que ha adoptado un conjunto de medidas que reproducimos hoy en primera plana.
Mirando lo que ya pasó hace cuatro años, cuando en coyuntura como la de ahora, donde –tras la elección de nuevas autoridades regionales y locales- la inversión pública cayó entre 15.5% a 19.4%, el presidente Vizcarra reunió a las autoridades electas para que éstas o pierdan el tren de las oportunidades y diferencien lo que es continuismo y lo que es continuidad.
Es pertinente que continuismo es hacer exactamente lo mismo que el anterior; continuidad, seguir lo bueno de lo heredado y extirpar lo malo o corregir las deficiencias encontradas. No se admite entonces en una gestión moderna del siglo XXI, pretender ser los autores de la pólvora y repetir la vieja mediocre monserga de “Hemos encontrado todo mal, un desastre” o “Vamos a comenzar desde cero”, esto último ha sido bien subrayado por el gran maestro de la gestión municipal como Michel Azcueta, que además les recuerda a los nuevos inquilinos del poder, que se heredan los pasivos como los activos.
Las nuevas autoridades, lejos de ponerse a llorar sobre la leche derramada, tienen que ponerse a trabajar a brazo partido con sus comités de transferencia para hacer un diagnóstico real y así definir que las gestiones no se detengan; sobre todo si se han iniciado trámites ante los ministerios, el gobierno central o el gobierno regional.
Es pertinente también decirles a las autoridades electas que el nuevo Sistema de Inversión Pública Nacional (Invierte.pe) privilegia la continuidad de los proyectos y no para estrenar ninguno nuevo; de allí que si los flamantes ganadores tienen otros “proyectos estrella” deberán ya comenzar formularlos para el presupuesto 2020 y los que están dejando las autoridades salientes tienen que materializarse sí o sí, desde luego mejorando o corrigiendo lo que amerite.
Es pertinente exigirles también a las autoridades salientes (alcaldes provinciales, distritales y actual gobernador regional), informen al detalle los proyectos que están dejando en marcha y las dificultades que han tenido para implementarlas, de manera que los que tomen la posta puedan tener cabal conocimiento de lo que están recibiendo. Aquí no caben egoísmos ni mezquindades.
Un ejemplo cercano y didáctico de lo mal hecho, es que la que protagonizó el ahora cesante alcalde de Huaraz Alberto Espinoza, cuando debutó en el cargo postergó los proyectos dejados por su antecesor Vladimir Meza: 1) El sistema de videovigilancia cambiándole incluso de nombre y realizándolo recién después de dos años, o 2) Haber parado en seco el proyecto de construcción del centro recreacional y comercial de Huaraz buscando el recurso fácil de “judicializarlo”…y luego pretender retrotraerse. Los resultados están allí: Un sistema de videovigilancia recortado diferente al expediente técnico original o los terrenos de Quinuacocha, que sigue siendo un depósito de chatarras y una parte para albergar soldados del ejército, privando a la capital departamental de tener un lugar de esparcimiento y condenándola a seguir haciendo el comercio en las calles. Todo por lo proyectó “la gestión anterior”.
Para evitar estos fiascos y postergaciones, el mandatario ha ofrecido asistencia técnica, transfiriendo recursos y capacitando personal. Alcaldes electos, no desaprovechen la oportunidad.
Igualmente los candidatos regionales, Juan Rebaza o Juan Morillo, y alcaldes electos, definan ya sus gabinetes en la sombra trabajando y analizando lo que virtualmente van a recibir y no quedarse de brazos cruzados, esperando enero para tomar decisiones y perdiendo, en la práctica, un precioso primer año de gestión. Están sobre avisados.