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Las emergencias necesitan concertación

Editorial

Las emergencias necesitan concertación

A dos años de sus mandatos, autoridades regionales y locales aún no saben concertar para atender situaciones de emergencias.

Durante esta semana la naturaleza puso a prueba las autoridades regionales y locales cuán distantes todavía están de sus prédicas.  Tienen el común denominador de la reactividad, no se “adelantan a la jugada”; no son proactivos.

Comencemos por lo más doloroso, en Fitzcarrald una combi repleta de pasajeros se precipitó a un barranco de más de 500 metros, se sabe que en una curva hubo deslizamientos de rocas y tierras que arrastraron al vehículo.  Hace tiempo que era un peligro para los lugareños pero nadie se dignó en solucionar el problema, se advierte además que la vía se encuentra en deplorables condiciones. Allí la eterna cantaleta, los municipios diciendo que es una ruta regional y la región seguramente esperando que actúe PROVÍAS. Los lugareños refieren que todos se echan la pelota y no se ha visto en los últimos meses ninguna labor de mantenimiento.

El viernes por la noche también en el sector Chasquitambo (en la vía Huaraz-Lima) se produjo un huaico que dejó por varias horas a centenares de unidades vehiculares varados.  Los sufridos pasajeros desde las tres de la tarde llamaban a la empresa que efectúa el mantenimiento; recién llegaron al día siguiente.  No es la primera vez que eso ocurre, pese a que ahora se disponen de modernos servicios telefónicos ni siquiera eso funciona cuando se presentan las contingencias y tampoco hay maquinaria cerca en los lugares denominados críticos.

En la vía Casma-Huaraz también son constantes los deslizamientos y las interrupciones.  Tuvo que ser necesaria la presencia del prefecto regional que junto al alcalde de Pariacoto dispusieran la maquinaria para sortear la interrupción.  Igual allí el mantenimiento deja mucho que desear.

Ahora la vía a Conchucos es todavía más complicada, especialmente desde Huari hacia Sihuas, se ha convertido en trocha y no una carretera afirmada.  Tampoco hay un pool de maquinarias, otra vez las autoridades tirándose la pelota.

En Aija, también la situación es complicada.  El río ha erosionado gran parte de la vía y la Dirección de Transportes y Comunicaciones tiene nula presencia.  La consejera por esa zona se quejó que las tareas de mantenimiento no se han efectuado pese a la existencia de partidas.

Todo esto está pasando justo a una semana en que el gobernador regional y los alcaldes provinciales se reunieran presuntamente para fijar estrategias y darse tareas para atender emergencias.  Se dieron instrucciones para respetar la normatividad como el llenado de fichas; sucediendo un hecho más anecdótico, censurable, como los técnicos y alcalde de Nuevo Chimbote que “plancharon” el documento que fue presentado en la reunión de coordinación en la Municipalidad Provincial del Santa.

Para el 27 de marzo se anuncia otra reunión, que se espera sea más técnica y expeditiva, que dee partir por analizar lo sucedido en la semana. Ojalá que todos los alcaldes asuman su responsabilidad y no se hagan representar como ocurrió con siete provincias.

Las emergencias precisan de un trabajo sinérgico y no de estancos o islotes donde cada quien quiera ganar figuración.  Se tiene que partir por fijar puntos de atención claves en las zonas más vulnerables y no seguir improvisando.  Gobernador y alcaldes ya tienen dos años en el cargo, tiempo suficiente para haber aprendido a actuar y no sólo hablar.

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