El doctor Arístides Tejada Arana, quien laborara mucho tiempo como docente universitario y desarrollara actividades empresariales en Huaraz y ahora ejerce sus actividades en la capital de la República es voceado en fuentes parlamentarias como integrante de la terna que el Ejecutivo propondrá al Congreso ante el próximo fin del mandato de Fuad Khoury, quien anunció que dejará el cargo el 13 de mayo.
Tejada es ingeniero administrativo, doctor en Administración y en Economía y magister en Gestión empresarial. Ha trabajado en proyectos de cooperación internacional y lo hace actualmente en uno financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo. Además, trabaja en el sector público desde hace 40 años y es docente en diferentes universidades públicas y privadas a nivel doctoral.
Sus revelaciones las hizo recientemente en una entrevista concedida al diario Uno que por considerar de interés reproducimos:
— Uno de los principales problemas que manifiesta haber encontrado el actual contralor Fuad Khoury es la demora en los procesos judiciales. ¿Qué cree que se deba hacer al respecto?
— Existe todo un programa de modernización de los sistemas administrativos que van a coadyuvar a las decisiones jurisdiccionales. Sin embargo, es un proceso muy largo porque requiere que se asimile una nueva cultura jurídica.
Si lo comparamos con los casos de Chile o Colombia, el Perú tiene muy poco tiempo en este proceso de modernización. Yo creo que nuestro país estará a la vanguardia dentro de unos cinco a diez años. Tendrá que mejorar tecnológicamente en sus procedimientos, y generar una nueva cultura en las facultades de Derecho del país. Es un problema muy profundo.
— Al respecto, ¿cree que esta nueva cultura ya se está trabajando en las universidades?
— Lentamente, pero al menos ya se ha comprendido que la realidad es muy diferente a lo que se dicta en las aulas y que tienen que estudiar en función a dicha realidad.
—¿Plantearía o ha pensado alguna reforma para la Contraloría?
—Definitivamente: la meritocracia debe reinar en los estamentos del Estado.
—Además de los delitos, ¿a qué cree que se deban los errores en el gasto público?
— Siempre se devuelve dinero al Estado y se habla de esta incapacidad de gasto. No se gasta porque hay muchas trabas burocráticas, trabajadores que no conocen sobre temas administrativos, mucha improvisación en el manejo de la gestión pública. Esto se tiene que corregir.
Por ejemplo, si hay un Acuerdo Nacional, este debe estar impreso y debe tener una huella en todos los planes de las instituciones del Estado. Esto tiene una correlación directa con el gasto del presupuesto asignado.
— ¿Actualmente no es así?
— En la teoría sí, pero no en la práctica. El empoderamiento de la población exige resultados al gobierno, y la Contraloría poco o nada hace sobre la revisión de estos resultados. Solo ve asuntos contables pero no la parte operativa o la gestión.
— ¿Cree que la Contraloría debería tener un papel más protagónico al respecto?
—Por supuesto que sí. Velar por el cumplimiento de los planes operativos de cada institución.
— ¿Y está establecido así al menos en el papel?
—Verificar que el gasto se cumpla respecto a las metas planteadas, sí, pero no se hace de manera efectiva. Hay que mejorarlo mediante las acciones de control.
—Cuando la Comisión Permanente del Congreso aprobó la designación del señor Khoury, varias bancadas lo rechazaron con firmeza. En caso de que usted sea propuesto por el Ejecutivo, ¿cuál cree que será la reacción del Legislativo?
— Es difícil que todo el Congreso se ponga de acuerdo. Cada uno deberá evaluar la terna que presentará el presidente Ollanta Humala. Espero que no tomen la elección como un asunto político, sino que elijan al profesional más competente para el cargo.
Es preciso que no politicen la elección porque tienen que garantizar que se trate de alguien que tenga las capacidades y competencias para poder ejercer el control y procurar el buen uso de los recursos del Estado, por eso también deberá ser un profesional con experiencia en el sector público.
