Dentro de quince días la Fiscalía Superior Especializada contra la Criminalidad Organizada formulará acusación en el caso del asesinato Ezequiel Nolasco Campos que llevó a prisión al expresidente regional de Áncash César Álvarez Aguilar y permitió desarticular una presunta red de corrupción.
Una publicación de hoy, realizado en La República, informa que Álvarez sería excluido en la acusación. La Fiscalía no encontró pruebas que relacionen directamente a César Álvarez con los sicarios que asesinaron a Nolasco, el 14 de marzo del 2014, por lo que no sería acusado de homicidio calificado.
Una de las principales cartas de la Fiscalía para vincular al ex presidente regional de Áncash como autor intelectual del crimen de Nolasco era el agente municipal Alberto Palacios Flores.
A Palacios, quien era guardaespaldas del ex alcalde provincial del Santa Luis Arroyo, se le atribuye haberse encargado de reclutar a los sicarios que acabaron con la vida de Nolasco.
En un inicio, Palacios entregó información valiosa al Ministerio Público como aspirante a colaborador eficaz. En ella vinculaba a Luis Arroyo y César Álvarez en el asesinato del ex consejero regional.
Sin embargo, luego dejó de colaborar. Esto coincidió con la decisión de la Corte Suprema de absolver a Palacios por su participación en el primer atentado contra Ezequiel Nolasco, ocurrido en el 2010, y el asesinato de su hijo político Roberto Torres Blas.
Según diversas fuentes, Palacios con su colaboración eficaz buscaba entonces ser excluido de ese proceso. Pero al ser absuelto decidió guardar silencio, pues para él ya no tenía sentido seguir dando información, lo que también supone admitir otro delito y recibir una pena.
Al no colaborar, Palacios también queda librado de responsabilidad en el crimen de Nolasco. El ex guardaespaldas de Arroyo sigue laborando en la Municipalidad Provincial del Santa y, al no haberse concretado la colaboración eficaz, su declaración inicial no puede usarse, no tiene valor legal.
Inicialmente se relacionó a Álvarez con el asesinato por el vínculo de los sicarios con Rubén Moreno Molino, alias el «Goro», y Luis Arroyo Rojas, alcalde del Santa, pero ningún testigo corroboró esta línea de investigación.
Sin embargo, si bien César Álvarez sería exculpado del asesinato de Ezequiel Nolasco, sus problemas con la justicia aún no terminan.
La Fiscalía tendría indicios y pruebas suficientes para acusarlo por el delito de asociación ilícita para cometer otros crímenes, atentados y amenazas contra sus opositores políticos y las personas que denunciaban actos de corrupción.
En agosto, la Fiscalía solicitó a la Sala Penal Nacional un plazo ampliatorio para continuar con las investigaciones, pero el pedido fue negado y los jueces conminaron al Ministerio Público a pronunciarse con lo que tiene hasta hoy.
El despacho del fiscal Jorge Chávez Cotrina se encuentra analizando el informe presentado por la Fiscalía Supraprovincial a fin de definir si existe o no mérito para acusar a Álvarez y al resto de su organización.
La acusación con respecto al crimen de Nolasco quedaría solo contra los sicarios Joel Cruzate Pereda «El Colombiano», Jorge Loloy Valencia «Chino Malca» y Jonny Saavedra Costa «Winny».
El «Chino Malca» fue el que reconoció a Nolasco en el restaurante de Huacho y se contactó con el «Goro». De acuerdo con el «Chino Malca», el «Goro» les dio luz verde para acabar con la vida del ex consejero regional.
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